Dejar de Tomar Café: ¿Qué le pasa a tu cuerpo?; En primer lugar, nadie está diciendo que debas dejar de beber el preciado café que tanto necesitamos a todas horas: tu hábito diario es probablemente más saludable de lo que crees. Pero si sospechas que estás bebiendo demasiado café o cafeína y quieres reducirlo, esto es lo que podría pasar.
Hay que tener mucho cuidado con el café porque según vamos avanzando en edad lo más normal es incrementar el número de cafés que se toman y esto es lo que hay que vigilar e incluso plantearnos limpiar temporalmente nuestro cuerpo del café.
En esta publicación de máster en nutrición vamos a ver qué le va a pasar a nuestro cuerpo si eliminamos el café.
Dejar de Tomar Café: ¿Qué le pasa a tu cuerpo?

1. Podrías perder peso
Dependiendo de cómo te guste el café, tu recorrido habitual por los bares podría estar haciendo un número en tu cintura; renunciar a esas tazas de café podría ahorrarte dinero, así como calorías. Un estudio publicado en Harvard encontró que aproximadamente dos tercios de los bebedores de café cargan su taza de café con azúcar, crema, saborizantes u otros aditivos ricos en calorías.
No es de extrañar que los investigadores descubrieran que los que beben su café negro consumen unas 69 calorías totales menos al día, de media, que los que añaden edulcorantes, nata u otros aditivos a su café.
2. Podrías ganar peso
¿Has experimentado alguna vez antojos extraños si renuncias a tu dosis de cafeína una mañana? Dado que el café puede suprimir temporalmente el apetito, es posible que te encuentres buscando sustitutos cargados de grasa o azúcar con más frecuencia de lo habitual una vez que dejes de beber tu taza diaria de café.
Al dejar de tomar café el síndrome de abstinencia de la cafeína hace acto de presencia y el cuerpo empieza a buscar una solución rápida de azúcar, lo que aumenta el nivel de azúcar en sangre y el consumo diario de calorías.
3. Podrías dormir como un niño otra vez

Aunque te sentirás cansado mientras tu cuerpo se adapta a la falta de estimulantes a la que se ha acostumbrado, a largo plazo, podrías dormir mejor una vez que empieces a vivir sin cafeína, especialmente si eras un bebedor de café por la tarde o por la noche. Un estudio publicado en 2013 en el Journal of Clinical Sleep Medicine descubrió que la ingesta de cafeína incluso seis horas antes de acostarse puede alterar el ciclo de sueño de una persona esa noche.
Está claro y comprobado que al dejar de tomar café dormiremos muchísimo mejor, la mejora del sueño se va a ir viendo cada vez más mientras vayamos perdiendo la cafeína del cuerpo.
4. Podrías tener dolores de cabeza

Si, lamentablemente, al dejar de tomar café puedes sentir el cuerpo un poco raro y tener dolores de cabeza. Todos los amantes del café reconocen los signos reveladores del temido dolor de cabeza provocado por la cafeína, que aparece cuando el cuerpo no recibe la sacudida matutina.
Cuando dejas de tomar café, privas a tu cuerpo de adrenalina y dopamina, hormonas que actúan como estimulantes naturales y te mantienen despierto. En su lugar, un torrente de adenosina -una hormona responsable del descanso y el cansancio- se dirige a la cabeza, provocando un cambio en la química del cerebro que da lugar a un dolor de cabeza. Para minimizar el dolor, no dejes de tomar café de golpe. En lugar de ello, reduzca su consumo sólo un poco cada dos o tres días. Eliminar media taza de café, sustituir el café por té o incluso mezclar el café normal con el descafeinado puede ayudar a evitar los síntomas de abstinencia, y estarás en camino de dejar de depender de la cafeína.
5. Podrías sentirte mal
Los dolores de cabeza no son el único síntoma doloroso al dejar de tomar café. Los que dejan de consumir café han informado de efectos secundarios como depresión, ansiedad, mareos, síntomas gripales, insomnio, irritabilidad, cambios de humor y pereza. La buena noticia es que no te sentirás así para siempre. Los expertos afirman que la mayoría de los síntomas físicos de la abstinencia de la cafeína pasarán después de los dos primeros días, mientras que el resto de los efectos secundarios no durarán más allá de una o dos semanas.
6. Podrías tener una sonrisa más sana

Creo que todos sabemos que el café es muy ácido, lo que significa que erosiona el esmalte dental y mancha los dientes con cada sorbo. Al dejar de tomar café, protegerás tus dientes de la erosión de por vida, lo que te permitirá tener unos dientes más nacarados.
Tus dientes no se mancharán tanto, algo en lo que la gente no suele pensar.
7. Podrías perderte los antioxidantes
Numerosas investigaciones, entre ellas un estudio publicado en 2015 en PLoS One, descubrieron que el café puede actuar como antioxidante. Y otros estudios apuntan a la posibilidad de que se reduzca el riesgo de ciertas enfermedades observadas en los bebedores de café. Uno publicado en 2018 en la revista Frontiers in Neuroscience, por ejemplo, sugiere que los bebedores de café tienen un menor riesgo de Alzheimer y Parkinson que los que no beben café. Así que, por desgracia, si vas a dejar de tomar café, también estarás perdiendo los beneficios para la salud.
Por suerte, no es difícil compensar el consumo habitual de café sustituyéndolo por té rico en antioxidantes, frutas y verduras. La mejor opción al dejar de consumir el café es pasarnos al té.
8. Podrías tener dificultades para concentrarte

Dejar el café puede hacerte sentir fatigado e irritable, lo que puede contribuir a la falta de concentración, gracias a la abstinencia de cafeína. Échale la culpa a la falta de estimulantes que te produce una dosis de café, así como al aumento de adenosina, esa molesta hormona que te hace sentir cansado.
Para contrarrestar la pérdida de concentración, prueba a masticar un chicle de menta para mantener el cerebro alerta y concentrado. Cuando los participantes lo hicieron en un estudio publicado en 2017 en el British Journal of Psychology, tuvieron tiempos de reacción más rápidos y resultados más precisos en sus tareas, especialmente hacia el final de la sesión.
Además, después de dejar de tomar café en una semana (y resto de cafeína), verás que tu productividad ha aumentado porque ya no experimentas el inevitable bajón de la tarde después de una taza de café por la mañana.
9. Podrías sufrir estreñimiento

Al igual que con el tabaco, la cafeína hace que los intestinos se muevan, por lo que puedes sentirte atascado cuando dejas de beber tu taza de café habitual. Pero no temas, hay muchas otras formas de prevenir el estreñimiento: come mucha fibra (presente en los cereales integrales, las verduras y las legumbres), bebe mucha agua y haz ejercicio con regularidad. Tu sistema digestivo te lo agradecerá.
10. Podrías sentirte más tranquilo
Si el exceso de cafeína te ha hecho retorcerte en la silla o percibir un mínimo de ansiedad, es hora de dejar de tomar café seriamente. Como la cafeína es un estimulante, eleva de forma natural los niveles de adrenalina y las hormonas del estrés en el cuerpo. No es de extrañar que beber demasiado café te ponga nervioso e irritable, sobre todo si eres sensible a la cafeína, dice Fernanda Casariego, estudiante máster en nutrición online.
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